24 de mayo de 2013

Celebración ecuménica de oración por la unidad


El miércoles 22 de junio, comunidades cristianas de Quilmes, Berazategui y Florencio Varela nos encontramos para juntas escuchar la Palabra de Dios, orar por la comunión plena y visible de quienes creemos en Cristo, y celebrar la unidad a la que Dios nos ha llamado.

Una breve crónica de la celebración...


Nuestra celebración —a la vez simple y sentida— estuvo centrada en la imagen bíblica del camino. Cada momento del encuentro nos permitió reconocer distintos «signos» del camino que Dios nos invita a recorrer humildemente con él (ver Miqueas 6, 6-8).

Comenzamos con una acción de gracias por el andar de nuestras iglesias y por los pasos de comunión ya presentes. Reconocimos nuestro pecado contra la unidad de los cristianos y de la humanidad, celebrando que nuestros caminos quebrados se iluminan con el perdón y la compasión de Dios. Nos pusimos a la escucha de la palabra que, tal como sucedió con los discípulos de Emaús (Lucas 24, 13-35), hace «arder el corazón» y alumbra horizontes nuevos para seguir andando. La oración de intercesión nos invitó a atravesar el camino, a recorrerlo juntos y en comunión con los hombres y mujeres de toda la tierra. Y, como en Emaús, a la espera de poder compartir una misma mesa de la eucaristía, compartimos el pan con gratitud... Un compartir que se prolongó, después de la bendición, en un ágape fraterno.

Entre los miembros de las comunidades, estuvieron presentes algunos de sus ministros: el Pr. Timoteo van Benthem (Iglesia Reformada), el Pr. Ariel Segura (Iglesia Metodista), el Pr .Juan Dalinger (IERP), el Rev. Dadvid George (Iglesia Anglicana), el Pbro. Damián Burgardt y el Padre Obispo Carlos Tissera (Iglesia Católica Romana).


... y algunas imágenes de nuestro encuentro


En nombre de la comunidad anfitriona,
el Pastor Timoteo nos da la bienvenida...

Hacer juntas el camino
dando gracias a Dios...

 





Momento de confesión de nuestro pecado
y celebración de la luz del perdón de Dios...

 

 




Escuchamos la Palabra de Dios...

 

 


El Rev. David George nos comparte sus experiencias y reflexiones
sobre la contemplación y el camino ecuménico

 

 

Momento de intercesión:
recorrer el mismo camino,
encomendando a Dios las esperanzas y las dificultades...

  

  

  

  


 

 

 



 Como en la noche de Emaús,
partir y compartir el pan con gratitud...




 


El Padre Obispo Carlos Tissera 
guía la bendición final...


 


... y prolongamos la celebración
en un ágape fraterno.

 



«Quédate con nosotros»


Quédate con nosotros, Dios trino que nos cuidas,
para recordarnos el propósito que tienes
para cada uno de nosotros y para nuestras Iglesias.

Camina delante de nosotros,
Dios trino que nos fortaleces,
y condúcenos por la senda de la unidad.

Llámanos a la vida en abundancia,
Dios trino que nos sostienes,
para que juntos seamos testigos de esperanza y de vida.

— Oración de bendición al final de la celebración ecuménica




14 de mayo de 2013

Consejo Mundial de Iglesias: Mensaje de Pentecostés 2013



Y como él fue exaltado por la diestra de Dios,
recibió del Padre la promesa del Espíritu Santo, 
y ha derramado esto que ahora están viendo y oyendo.
Hechos 2:33 RVC

Vitral en la Iglesia Nuestra Señora de las Victorias
en Patterson (Estados Unidos). / Foto: Loci B. Lenar
Hemos celebrado con alegría la fiesta de Pascua. Hemos recordado el momento en el que Jesús deja a sus discípulos que tanto amaba y que lo amaban para ascender a los cielos. Ahora, hoy, celebramos la fiesta de Pentecostés, el día del inestimable don de Dios al mundo: el don del Espíritu Santo. Estamos llamados, en el poder de ese Espíritu, a volvernos nuevamente a Dios, a entregarnos gozosamente a Jesucristo y estar al servicio de nuestros hermanos y hermanas que aún no conocen la buena noticia de que Jesús los ama.

Mucho antes del nacimiento de Jesús, el pueblo de Israel, que dio su nombre a nuestra festividad, ya celebraba Pentecostés. El día de Pentecostés los israelitas daban gracias por las cosechas y ofrecían sus primeros frutos. Recordaban que Dios los había salvado de la esclavitud en Egipto y les había dado los diez mandamientos. En el libro de Deuteronomio leemos: “Acuérdate de que fuiste esclavo en Egipto” (Deuteronomio 16:12).

Muchos años han pasado desde los tiempos en que Israel celebraba la fiesta de Pentecostés, recordando los actos salvíficos de Dios para con su pueblo. Hoy, Pentecostés tiene un nuevo significado para nosotros. Ya no se nos pide que demos a Dios los primeros frutos de la cosecha. Por el contrario, es Dios quien nos da a nosotros un don, el don del Espíritu Santo, para reavivar la llama del amor divino infinito manifestado en la muerte y la resurrección de Jesucristo por la salvación de todo el mundo.

Nuestro presidente, originario de la región del Pacífico, nos ha contado la forma en que el poder del Espíritu de Pentecostés ha obrado en la Conferencia de Iglesias del Pacífico. Durante los últimos años, la región ha debido enfrentarse con muchos y graves problemas financieros y espirituales.  Sin embargo, en medio de esa situación, las iglesias han vivido una experiencia de renovación gracias al Espíritu de Pentecostés que reanimó la llama del ecumenismo: la pasión por la unidad y la solidaridad en sus comunidades. Los dirigentes de iglesia, el clero, los laicos, hombres y mujeres, y los jóvenes se han unido en una humilde oración con actitud de abnegación, inspirados en las palabras de Miqueas: “¡Hombre! El Señor te ha dado a conocer lo que es bueno, y lo que él espera de ti, y que no es otra cosa que hacer justicia, amar la misericordia, y humillarte ante tu Dios” (Miqueas 6:8). Este fue el tema de la Asamblea General de la Conferencia de Iglesias del Pacífico (PCC) recientemente celebrada. Tras cumplir 50 años de existencia el viento de Pentecostés aún hace ondear las velas del barco que es la PCC, infundiéndole fuerzas para continuar su viaje misionero por el Océano Pacífico y más allá, dando testimonio del amor inconmensurable de Dios por el mundo. Nos regocijamos por este testimonio que pone en evidencia que el Espíritu de Dios sigue obrando en el mundo. En este año de asambleas ecuménicas, oramos por que el mismo Espíritu actúe en las asambleas regionales de América Latina, África y Europa.

Desde todas las regiones del mundo los cristianos se encaminan hacia la Asamblea del Consejo Mundial de Iglesias en Busán (Corea del Sur) y oran juntos: “Dios de vida: condúcenos hacia la justicia y la paz”. Que cada uno de nosotros sea capaz de recibir el don de Dios del Espíritu Santo para que  nosotros también podamos obrar juntos por la justicia en el herido y hermoso mundo de Dios, para que cuidemos de la creación y llevemos la paz allí donde hay violencia y ruidos de guerra. Que Pentecostés sea un tiempo en el que, como Iglesia, oremos todos por la paz que nuestro mundo tanto necesita. Oremos por que el Espíritu Santo transforme los corazones de todas las personas que se reúnan en Busán.

Señor, derrama en nosotros tu Espíritu Santo,
como lo hiciste sobre tus primeros discípulos en Jerusalén;
Santifícanos y danos la fuerza de actuar como hiciste con tus discípulos.
Impúlsanos por el viento de tu Espíritu
y danos el valor de proclamar tu amor y de obedecer a tu voluntad.
Acompáñanos en nuestro camino como una realidad siempre presente en nuestras vidas,
e inspira las reflexiones y las decisiones de nuestra Asamblea en Busán.
Condúcenos en el poder de tu Espíritu a la justicia y la paz.
Gloria sea a Dios el Padre, a Dios el Hijo y a Dios el Espíritu Santo, ahora y siempre.
Amén


Presidentes del Consejo Mundial de Iglesias

Arzobispo Dr. Anastasios de Tirana y de Toda Albania, Iglesia Ortodoxa Autocéfala de Albania
Sr. John Taroanui Doom, Iglesia Protestante Maohi (Polinesia Francesa)
Rev. Dr. Simon Dossou, Iglesia Metodista en Benín
Rev. Dr. Soritua Nababan, Iglesia Cristiana Protestante Batak (Indonesia)
Revda. Dra. Ofelia Ortega, Iglesia Presbiteriana-Reformada en Cuba
Revda. Dr. Bernice Powell Jackson, Iglesia Unida de Cristo (EE.UU.)
Dra. Mary Tanner, Iglesia de Inglaterra



13 de mayo de 2013

Encuentro del Patriarca copto ortodoxo Tawadros II y el Papa Francisco


El pasado 10 de mayo, el  Patriarca de la Iglesia Ortodoxa Copta Tawadros II visitó al Papa Francisco en un encuentro marcado por la cordialidad y por gestos que muestran las buenas relaciones que existen entre las dos familias eclesiales.

Este es el primer viaje fuera de Egipto de Tawadros II desde que fue elegido Papa copto ortodoxo en noviembre de 2012. Tuvo lugar 40 años después del histórico encuentro entre sus predecesores Shenouda III y Pablo VI, que fue punto de partida de un diálogo entre ambas Iglesias.





CIUDAD DEL VATICANO, 10 de mayo de 2013 (Zenit.org) - Será la oración, el diálogo y la voluntad de construir una relación, los elementos que permitirán de dar los pasos necesarios hacia la plena unidad. Lo indicó esta mañana el papa Francisco al recibir en audiencia al Tawadros II, papa de Alejandría y patriarca copto de la sede de San Marcos, que a su vez propuso que el 10 de mayo se celebre la fiesta del amor fraterno entre la Iglesia católica y la copta ortodoxa. Un encuentro que reiteró la declaración de 1988, que comulga la misma fe en Jesús, en María y en los sacramentos, tras siglos de incomprensiones.

Francisco definió el encuentro como “un verdadero momento de gracia”, que “fortalece los lazos de amistad y hermandad que unen ya a la Sede de Pedro y a la Sede de Marcos, heredera de un legado inconmensurable de mártires, teólogos, santos, monjes y fieles discípulos de Cristo, que por generaciones han dado testimonio del evangelio, a menudo en situaciones muy difíciles”.

Por su parte Tawadros III recordó: "Llego del país del Nilo, de una Iglesia antigua de19 siglos, y desde una tierra que es la patria de la vida monástica".  Además de invitarlo a Egipto el patriarca expresó su deseo de que “el hodierno encuentro pueda ser el primero de una larga serie entre las dos grandes Iglesias. Y por ello propongo que el 10 de mayo de cada años se celebre la fiesta del amor fraterno entre la Iglesia católica y la copto ortodoxa”.

Un momento histórico el de hoy, que se registra 40 años después otro encuentro histórico, el de Pablo VI y Shenouda III, que unió a uno y otro, dijo Francisco, “en un abrazo de paz y fraternidad después de siglos de alejamiento recíproco”.

La Declaración Conjunta firmada hace 40 años atrás por los dos papas representó “una piedra angular en el camino ecuménico” que permitió la institución de una comisión de diálogo teológico entre ambas Iglesias, y fue el inicio de uno más amplio entre la Iglesia católica y toda las Iglesias ortodoxas orientales.

Francisco recordó que “en esa declaración solemne nuestras Iglesias reconocían que confesaban, en línea con las tradiciones apostólicas, 'una única fe en Dios uno y trino' y la 'divinidad del Único Hijo encarnado de Dios... Dios perfecto con respecto a la Su divinidad y perfecto hombre con respecto a su humanidad'. Reconocieron que la vida divina se nos da y se alimenta a través de los siete sacramentos, y se sintieron unidas en la veneración común de la Madre de Dios”.

Una y otra Iglesia se reconocen “unidas por un sólo bautismo, del que es expresión particular nuestra oración común, que anhela el día en que se cumpla el deseo del Señor, de poder comulgar en un único cáliz”, añadió el santo padre.

Reconoció entretanto que el camino por recorrer es aún largo y señaló entre las etapas realizadas, el encuentro en El Cairo que en febrero de 2000 tuvo el beato Juan Pablo II y el papa Shenouda cuando el santo padre realizó la peregrinación a los lugares de los orígenes de la fe.

“Con la guía del Espíritu Santo, la oración perseverante y la voluntad de construir día tras día la comunión en el amor mutuo” se darán “pasos importantes hacia la plena unidad” aseveró el santo padre.

El papa también le ha agradecido al patriarca su atención hacia la Iglesia copta católica que ha instituido un "Consejo Nacional de Iglesias Cristianas," símbolo de la voluntad de todos los creyentes en Cristo “de desarrollar en la vida cotidiana relaciones cada vez más fraternales y de ponerse al servicio de toda la sociedad egipcia de la que forman parte”.

“Sepa santidad -añadió- que sus esfuerzos en favor de la comunión entre los creyentes en Cristo, así como su interés por la suerte de su país y el papel de las comunidades cristianas en la sociedad egipcia, encuentran un eco profundo en el corazón del Sucesor de Pedro y en toda la comunidad católica”.

El santo padre concluyó recordando que 'Si un miembro padece, todos los miembros padecen con él, y si un miembro es honrado, todos los miembros se gozan con él'. Es una ley de la vida cristiana y, en este sentido podemos decir que también hay un ecumenismo del sufrimiento: así como la sangre de los mártires ha sido semilla de la fuerza y la fecundidad de la Iglesia, el compartir el sufrimiento cotidiano puede convertirse en una herramienta eficaz de unidad. Y esto es válido, de alguna manera, también en el contexto más amplio de la sociedad y de las relaciones entre cristianos y no cristianos: del sufrimiento común, pueden germinar, de hecho, con la ayuda de Dios, el perdón, la reconciliación y la paz”. Y el papa invocó la protección común de san Pedro apóstol y san Marcos evangelista.



 Ver el video informe sobre el encuentro, por Rome Reports. [Enlace externo]

Fotografías: © News.va The Vatican Today